Puede que sea tu primer viaje a Japón o, tal vez, que repitas destino. Las dudas siempre suelen ser las mismas cuando planificas tus vacaciones, tanto por la extensión del país, compuesto por más de 6.800 islas, como por el contraste cultural e histórico que supone para los europeos. Hay mucho por planificar. Pensar qué zonas visitar, qué época del año es la más recomendable, si saldrá a cuenta comprar un JR Pass, cómo estar conectado a Internet desde tan lejos, cuál será el mejor método para viajar seguro…
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Cómo tener Internet en Japón
Entre tus preocupaciones, la que tiene una solución más fácil es cómo tener red mientras estás en Japón. La solución son las tarjetas SIM prepago Holafly con las que tienes datos desde 7 días por 19 €. Eliges la tarjeta que quieres, te la envían a casa y la instalas según aterrices.
El modo más fácil de estar conectado
Estos tres pasos te evitan muchos inconvenientes. Por ejemplo, hacer colas para conseguir un Pocket Wifi que, además, debes tener siempre vigilado para no pagar la multa por pérdida. También te puedes ir olvidando de SIM locales, un verdadero jaleo y aún más en un idioma desconocido. Y lo mejor, adiós a los sustos innecesarios por el roaming. Por si fuera poco, tienes un servicio de ayuda en español 24 horas en caso de dudas. La seguridad de tener contratado tu red antes de salir de viaje.
Seguro de viaje
Pero, si aún quieres estar más seguro durante tu estancia en Japón, te recomendamos que también te hagas con un seguro de viaje. Nada puede haber peor que ponerse enfermo cuando uno está de vacaciones. Rectificamos, sí hay algo peor, que además te hagan pagar los gastos sanitarios.
Japón es un país con una atención sanitaria excelente, pero los costes de una consulta médica o una intervención puede arruinar no sólo tu viaje si no tu economía. Además un seguro de viaje te cubre no solo temas médicos y accidentes sino otros como robo o daños en el equipaje, o los relacionados con demoras y cancelaciones de vuelos o transportes.
Cobertura médica
Nadie piensa que pueda tener un percance durante el viaje pero, por si acaso, más vale estar preparado. Asegúrate que, en caso de ponerte malo, vas a tener todo bajo control, contratando un seguro médico. Igual crees que es un gasto innecesario, pero después de todo lo que te ha costado el viaje Japón, ¿vas a echarlo a perder por pagar un poco más por viajar seguro? Piensa que una consulta al médico puede suponer entre 40 y 50 €. No quieras imaginar lo que puede costar si, además, te tienen que hacer pruebas médicas: una operación de apendicitis te puede costar unos 3.000 € y un traslado de urgencias y una operación complicada se puede ir fácilmente por encima de los 25.000 €.
Ayuda en español
Otro hándicap es el idioma. Por eso, es muy útil tener un seguro médico al que llamar si tienes un accidente. En el caso del IATI Estrella, el que te recomendamos para viajar a Japón, tienen atención telefónica permanente 24 horas en la que te informarán de los pasos a seguir dependiendo de lo que te haya ocurrido. Incluso, para ponértelo más fácil, puedes llamar a cobro revertido. Un gasto menos.
Otras ayudas
Aunque no todo se reduce a que puedas ponerte malo. En tu viaje a Japón te pueden pasar muchas más cosas. Que levante la mano quien esté libre de retrasos o cancelaciones en el viaje. En este caso, ¿qué hacemos? Ponernos en contacto con nuestro seguro, porque si viajas con Iati Estrella te reembolsa hasta 300 € en concepto de gastos de manutención en el aeropuerto si el vuelo se retrasa más de 6 horas, 150 € si no llegas al transporte por un accidente in itinere o 350 € si pierdes un medio de transporte público ya contratado porque el anterior se ha retrasado más de 4 horas. Eso sí que es viajar seguro.
Otra ventaja es que también te adelanta hasta 3.000 € de fondo si por cualquier motivo no tienes acceso a tu dinero. Además, cuentas con cobertura legal. Unas circunstancias en las que no solemos pensar, pero que nos harán coger el avión más tranquilos y seguros.
Ahora que tienes las pistas necesarias para viajar seguro a Japón, ya te puedes dedicar a aprender algunas frases típicas o a buscar ese restaurante que te han recomendado y completar una estancia perfecta en el país del sol naciente.
