Qué ver y hacer en Egipto: 7 experiencias únicas

¿Qué ver y hacer en Egipto? Todos tenemos un motivo para querer salir a la aventura y sentirnos unos Indiana Jones millenials en el país del Nilo. Paisajes desérticos que debes ver, metrópolis que parecen gigantescas colmenas, barreras coralinas, uno de los ríos más largos del mundo y por supuesto un sinfín de sitios arqueológicos donde pasear –literalmente– por la historia de una de las civilizaciones más increíbles y misteriosas de siempre. 

Egipto sorprende desde el primer minuto, y lo cierto es que puedes leer cientos de libros, ver todas las películas que quieras, o escuchar una infinidad de podcasts… pero nada será comparable con admirarlo con tus propios ojos. Quedarse petrificado frente a las Pirámides, recorrer templos milenarios, surcar las aguas del Nilo… serán momentos increíbles que te esperan en Egipto. Así que solo te queda algo: reservar un vuelo y escaparte a explorar el país de los faraones! (compra la tarjeta SIM Egipto de Holafly).

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Y para que te entren aún más ganas, en este post vamos a contarte 7 experiencias únicas que tienes vivir, ver y hacer en tu viaje a Egipto.

1. Sentirse diminuto delante de las Pirámides

Pirámides, a lo largo y ancho del país, hay más de 100. Pero las mejor conservadas y más populares son las de Giza: 

• La Pirámide de Keops, también conocida como la Gran Pirámide, mide 146 metros y se construyó alrededor de del año 2.570 a.C. utilizando más de 2 millones de bloques de piedra ¡casi ná!
• Pirámide de Kefrén, tampoco se queda corta ya que mide solo 10 metros menos y de hecho, gracias a una ilusión óptica, parece la más alta.
• La Pirámide de Micerino es la más pequeña de las tres (62 metros) pero aún así es súper impactante.

Cuando te pares frente a estas misteriosas moles de piedra te sentirás como un enanito rodeado de un mundo de gigantes. Y nos atreveríamos a decir que en este mundo irreal solo hay una certeza: delante de ti tendrás un cachito de historia… una historia repleta de leyendas, misterios e incógnitas.

Será una de las experiencias únicas que vivirás en Egipto. Aquí te explicamos cómo hacer la visita a las Pirámides de Giza.

2. Sacarse un selfie con la Esfinge

No tendrás que alejarte mucho para vivir otra experiencia inolvidable: conocer a la indescifrable Esfinge, una criatura mitológica con cuerpo de león y cabeza de Faraón (los últimos estudios dicen que probablemente representaba las facciones del faraón Kefrén). 

Curiosidad: pocos lo saben pero todo apunta a que antiguamente la esfinge estaba pintada con colores vivaces. Hoy luce un precioso tono miel que, tenemos que decir, le sienta divinamente.

3. Conocer el mejor museo egipcio del mundo

En El Cairo tendrás la ocasión de visitar el Museo Egipcio, el paraíso para los amantes de la egiptología. Aquí se conserva la mayor colección de objetos y artefactos de la época del Antiguo Egipto y su valor es incalculable.

Entre las innumerables reliquias, la joya de la corona es sin duda el Tesoro de Tutankamon, en el que se incluye la máscara funeraria, el sarcófago y el trono.

Hasta hace bien poquito otra de las visitas estrella era la de la sala de las momias reales, pero el 3 de abril de 2021, 22 momias reales (18 reyes y 4 reinas) se trasladaron a su nueva casa en un espectacular desfile sin precedentes: el Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC).

Actualmente se está construyendo el Gran Museo Egipcio a las afueras de la ciudad, con la idea de crear el museo arqueológico más grande del mundo, trasladando aquí todos los objetos expuestos en el actual Museo Egipcio y los miles que, por falta de espacio, están encerrados en los almacenes. Dicen que se inaugurará en 2022 (aunque los retrasos son continuos y llevan posponiendo la apertura desde 2019).

4. Sobrevolar Lúxor en un globo

Lúxor, la antigua Tebas, fue la ciudad más importante del Antiguo Egipto y una forma original para verla en todo su esplendor es enfrentarse al vértigo y subir a bordo de un globo aerostático, en pleno amanecer.

Si sobrevolar el cielo en un cacharro como estos es ya de por sí una experiencia inolvidable, hacerlo en Lúxor tiene un plus de belleza: desde las nubes tendrás una visión general de la zona, con un buen puñado de templos milenarios y el Valle de los Reyes y de las Reinas casi al alcance de tu mano. Pelos de punta garantizados, al igual que un buen madrugón.

5. Surcar las aguas del Nilo a bordo de un crucero

El Nilo es ese río legendario que atraviesa Egipto como si fuera la arteria que lo mantiene con vida. Solo al nombrarlo vienen a la mente imágenes de un tiempo arcaico y mítico y lo cierto es que sin Nilo no habría Egipto. O mejor dicho no existiría el Egipto que todos conocemos.

Así que cualquiera que viaje hasta aquí debería vivir la experiencia de navegar por las aguas del Nilo a bordo de un crucero. A lo largo de 3 o 4 días descenderás desde Luxor hasta Asuán (o viceversa), observando la tranquila vida de las riberas fértiles, repletas de palmeras y campos. Pero también siendo sorprendido por los espabilados vendedores que, cuando menos te lo esperas, estarán acompañándote durante un cachito de viaje, montados en sus barquitos y lanzándote trajes, manteles, sábanas y artesanía típica.

¿Y qué decir de los atardeceres? ¡Son mágicos! Lo mejor es que estos cruceros no son caros ya que incluyen todo (alojamiento, transporte, comida, guía y visita).

Aunque el gran motivo para hacer un crucero por el Nilo será…

6. Visitar algunos de los templos más alucinantes del mundo

¡Correcto! Está claro que la principal razón para montarse a bordo de un crucero será visitar muchos de los mejores templos del país, y casi diríamos del mundo, como: 

• Conoce el Templo de Lúxor, dedicado a Amón, de más de 3.500 años de antigüedad y con la emblemática entrada custodiada por 6 colosos de Ramsés II (hoy podemos ver solo 5).
• Visita al Templo de Karnak, donde destaca la Gran Sala Hipóstila, con decenas y decenas de columnas cubiertas de jeroglíficos.
• Recorre el Templo de Hatshepsut, tallado en una montaña del Valle de Deir el-Bahari y dedicado a Hatsheput, una faraona que reinó durante más de 20 años disfrazada de hombre.
• Entra al Templo de Edfú, uno de los templos más grandes y mejor conservados de Egipto ya que quedó sepultado bajo la arena durante siglos.
• Observa el Templo de Kom Ombo, un templo doble, formado por estructuras simétricas, una dedicada al Dios Sobek (cocodrilo) y otra al Dios Horus (halcón).
• Debes ver el Templo de Philae, que se levanta en un pequeño islote en el Nilo y que está dedicado a la diosa del amor, Isis.
• Templo de Abu Simbel, para nosotros el más asombroso y no solo porque sus dos templos (uno dedicado a Ramsés II y el otro a su esposa Nefertari) son de una belleza asombrosa, sino porque su historia es de lo más curiosa.

7. Bucear o hacer snorkeling en el Mar Rojo

¿Cómo poner el broche de oro a un viaje a Egipto? Pasando unos días en Sharm el Sheik, en Marsa Alam o en Hurghada, a orillas del Mar Rojo. Si te gusta bucear, aquí vas a encontrar tu hábitat natural: los fondos marinos de esta zona están repletos de arrecifes de colores, paredes submarinas vertiginosas y un puñado de puntos donde ver precios y barcos naufragados.

Si no te animas con el buceo, no pasa nada: el snorkeling es también magnífico y no hace falta alejarse de la orilla para nadar cerca de corales, pequeños arrecifes y lo más importante, acompañado de muchas especies de peces exóticos.

Estas  son solo 7 experiencias que tendrás la ocasión de vivir en Egipto… Pero que sepas que este país guarda muchas más sorpresas, como por ejemplo pasear por la ciudad de Alejandría (donde antaño se levantaba la legendaria biblioteca) disfrutar de la gastronomía egipcia (comer un Ful Medames debería ser obligatorio), conocer la pirámide de Zoser en Saqqara, la más antigua del país, entrar en la Mezquita de Muhammad Alí en la Ciudadela de Saladino o ver la preciosa Mezquita Alsahaba en Sharm El Sheikh y mucho, muchísimo más. ¿Te hemos convencido?

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